Un almendro solitario en la inmensa llanura. No es el único en Mainar, pero este en concreto me llama la atención. Está en medio de un campo, todo a su alrededor es tierra de cultivo, no hay más árboles. Y él allí sigue en pie, se ha hecho respetar. Me pregunto, cuantos atardeceres habrá visto. ¿Alguien lo sabe?. 

Una fría tarde de enero me fui allí a verlo, a ver el atardecer igual que él. A ver horizonte, ya que donde vivo no lo veo, solo veo montañas. Fui paciente hasta que el sol me dio la luz que buscaba. Pasé frío pero lo bueno se hace esperar. La ocasión lo merece.