Lo primero que me vino a la cabeza cuando fotografié este espectáculo fueron imágenes de la llanura africana. Si en esta foto dibujas la silueta de unas jirafas, unos elefantes o unos leones, no desentonan para nada. Le dan una visión salvaje y hermosa. 

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En uno de esos árboles durante un verano entero, tuvimos una cabaña. Cuatro o cinco amigos hicimos una 'casa de árbol' con materiales rudimentarios que íbamos cogiendo de donde fuese. Nuestra imaginación y las ganas de estar siempre en contacto con la naturaleza nos activaron la mente para idear lo siguiente;

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• Buscar un árbol que en el final de su inmenso tronco tuviese, al menos 5 ramas. De esa manera teníamos un sitio asignado para cada uno cuando subíamos allá arriba. 

• Fabricar una escalera de cuerda y varillas de metal para poder subir. Ésta se tenia que poder esconder para evitar que alguna persona ajena subiera. Conseguimos hacerla sólida para que aguantara nuestro peso, aunque pagando un peaje; la caída de uno de los compañeros la primera vez que intentamos subir. Ahí nos dimos cuenta que teníamos que mejorar la estructura. Por suerte no se hizo nada aunque se llevo un buen golpe en la espalda al caer al suelo. 

• Tener el agua de la acequia o arroyo justo debajo. Era la manera de mantener fresca el agua para beber, pues hacía bastante calor. 

• Con una maderas clavadas en las ramas grandes, hacer 'paredes' para delimitar el espacio de nuestra cabaña. 

• Camuflar con ramas y hojas pequeñas las maderas añadidas para evitar que nadie nos descubriese. 

• Tallar un hueco en el tronco como escondite secreto para nuestros tesoros. 

• Buscar un aparcamiento discreto para nuestras bicicletas. Era indispensable llegar allí sobre dos ruedas. 

• Un día que se nos acabo el agua, fuimos tan osados de beber directamente del río. Estaba super buena y fresca. Esto provocó una gastroenteritis descomunal en alguno de nosotros. Suerte que era ya final del verano!

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Al poco tiempo, descubrieron nuestro pequeño cuartel general al podar los árboles y lo hicieron desaparecer definitivamente. El árbol todavía sigue en pie claro.